miércoles, 12 de febrero de 2014

El Reino Milenial 3era parte


La Resurrección y la Muerte Segunda

Como ya lo hemos explicado anteriormente el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis relata sin un orden de sucesos cronológicos las visiones presentadas aunque descritas con exactitud.  Entre ellas la visión del 5to sello, que se encuentra en el capítulo 6 del verso 9 del libro de apocalipsis “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían”.   Este momento que revela el verso 9  es la apertura de uno de los sellos previo a la venida de Cristo, probando así que el periodo milenial es el tiempo que transcurre desde el triunfo de Cristo sobre la muerte y el hades hasta su regreso, ver (Apocalipsis 6:11).
Y se le dieron vestiduras blancas, (símbolo de la justicia de Cristo), y se le dijo que descansasen todavía un poco de tiempo” este es el tiempo que transcurre para completar la totalidad de los redimidos.  Ahora Juan señala el sello cuando comienza el periodo milenial, (Apocalipsis 20:5).   “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años”, esta es la primera resurrección.  Todos sabemos que la primera resurrección fue la de Cristo, estamos claro que la segunda resurrección es cuando Cristo viene en gloria en la cual todo hijo nacido de mujer resucitará, unos para vida eterna otros para vergüenza y confusión.

El concepto de justificación y sustitución es la mano que se apodera de la gracia de Dios.  Cuando reconocemos que Cristo nos sustituyó en su vivir santo y ocupó nuestro lugar en una muerte de cruz, nos apoderamos por fe de la primera resurrección lo que significa que resucitamos juntamente con él. Ver (Apocalipsis 1:5-6, 9:14, Colosenses 1:18-20). En la percepción de Dios los creyentes en Cristo,  sus hijos, no mueren sino que duermen. Para Dios la muerte eterna, es la separación entre la criatura y  el Creador y este asunto fue solucionado en la muerte de nuestro Señor Jesucristo; ver (Romanos 5:1).  Por tal razón el lapso de tiempo de la primera resurrección y la segunda es la que el vidente Juan le llama milenio.  “Bienaventurado el que tiene parte en la primera resurrección, la segunda muerte no tiene potestad sobre ellos”. (Apocalipsis 20:6)  He aquí que viene con las nubes y todo ojo le vera, aquellos que por desconocimiento o ignorancia, que no se apoderan por fe de la primera resurrección, serán despertados para vergüenza y condenación.

 En el (verso 5 de Apocalipsis 20) establece el tiempo cuando el dragón es atado es equitativo al tiempo que transcurre desde la resurrección de Cristo hasta el día 1,260, cuando concluye la gracia.  Ver (Daniel cap. 12).   “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se  cumplieron mil años, esta es la primera resurrección”.   “Los otros muertos”, esta expresión va dirigida  al pecador no arrepentido, ellos no se apoderaron a través de la fe del vivir y el morir de Cristo, su representación y sustitución.   Cristo es nuestro sustituto y representante, para ellos esta es la primera resurrección, murieron sin Cristo, sin fe y sin amor. 

(Apocalipsis 20:6) dice: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con el mil años”  Los bienaventurados y santos son los pecadores arrepentidos que obtuvieron las vestiduras de justicia de Cristo por la sangre del cordero.  Recordemos que el creyente se apodera de la primera resurrección, “la de Cristo” por mano de la fe y  aunque reconocemos que la fe del creyente es una fe sin meritos, se apropia de lo que hizo otro, “esto es Cristo” bajo el mismo concepto de representación y sustitución es decir: Cristo actuando en nuestro lugar, ver (Efesios 2:4-7).   El creyente no muere sencillamente reposa, duerme hasta que Cristo venga en las nubes de los cielos. Ver (Hch 1:11)   Cristo con su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa, ató al dragón, liberando al pecador arrepentido de la condenación.  El evangelio prendió al dragón, significa que existe un periodo de tiempo definido en la que el dragón será desatado. “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog al fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena de la mar” (Ap 20:7 y 8. En 2nda de Tesanolicenses 2:8) declara: “y entonces se manifestara aquel inicuo a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”.

Como podemos ver en la venida de Cristo será destruido Satanás, no mil años después de la venida de Jesucristo.  En el (verso 3 del capítulo 2 de 2nda Tesalonicenses) dice: … "porque no vendrá antes sin que se manifieste la apostasía y se manifieste el hombre de pecado y el hijo de perdición" … en el verso 7 indica cuando será sueltas las ligaduras del dragón “Por que ya esta en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que el a su vez sea quitado de en medio”.  Es, en este momento que el tiempo de gracia expira, en el día 1,260. Ver (Daniel capitulo 12).

En (Hechos 1) encontramos que antes de Jesús ascender al cielo, dio a sus discípulos una promesa la cual fue cumplida con el derramamiento del Espíritu Santo; en el libro de J(oel capitulo 2 vs. 23) se presenta  la promesa de la lluvia tardía, “es decir” el segundo pentecostés.  Este derramamiento del Espíritu Santo tiene la encomienda de sellar al remanente de Dios y darte amigo mío la última oportunidad de ser parte de los pecadores arrepentidos que serán sellados y transformados cuando Cristo venga.

La lluvia tardía transcurre en un tiempo de 110 días, ver (Apocalipsis 22:11) cuando el Espíritu Santo concluye su obra en un periodo de 11º días, se acaba el tiempo de amnistía, el tiempo de gracia y la  oportunidad de participar con los redimidos de la vida eterna en el perfecto amor de Dios.    Repasemos nuevamente cuando es desatado Satanás,  el (verso 7 del capítulo 20 de Apocalipsis) revela que al final de este periodo milenial, Satanás será suelto con el propósito de seguir engañando a los pecadores no arrepentidos, aún después de estar sellado para perdición.  Esta es la razón por la cual se muestran los cuatros ángulos de la tierra: Norte, Sur, Este y Oeste es decir, un ángulo mundial, una  reunión mundial,  el verso 8 continua explicando: “Satanás será suelto para engañar a las naciones a fin de reunirlos para la gran batalla”  este era un misterio escondido por 19 siglos y estaba envuelto en una nube, ver Apocalipsis 10.   El  misterio escondido estaba en el librito abierto desde el año 96 en los tiempos del apóstol Juan y  he aquí la clave, “el número de los cuales es como la arena del mar” es decir “es incontable” he aquí lo oculto, hay un solo evento en que los pecadores no arrepentidos serán incontables y esto ocurre en el segundo advenimiento de Cristo.

En este suceso no hay tiempo para censo, la apertura de los sellos seguidos de los toques de las trompetas  y el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios no le permitirán al hombre preocuparse por un censo.  La iglesia es levantada en el día 1,265 de, ver (Daniel 12), este día resucita todo hijo de mujer desde Adán y Eva hasta el retorno de Cristo en nuestros tiempos.  ¡Serán como la arena del mar! Incontable…
Cuando leemos el verso 9 tenemos que interpretarlo según el contexto del verso ocho, este ejército incontable es el que Satanás reúne para subir contra el campamento de los santos de Dios, que ya habitan con Cristo en la ciudad amada.  “Y subieron sobre las anchuras de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” Ap. 20:9  En el verso 9 declara: “y subieron sobre las anchuras” la expresión revela el ascenso del ejercito incontable hacia la nueva Jerusalén, siendo este un evento mundial y dejándonos guiar  por el contexto del verso 7 y 8  el acontecimiento ocurre al final de los 40 días restantes del día 1,295 + 40 = 1,335 días de Daniel 12.  Esta es la razón por la cual el verso 9 concluye con este decreto.  “Y de Dios descendió fuego del cielo y los consumió”, compara con Ezequiel 38:9-22, 39:6.

Notemos el jaque mate del verso 10 del capítulo 20 de Apocalipsis donde describe la destrucción eterna del pecado, del diablo y cuando es lanzado en el lago de fuego y azufre, sufriendo un tormento que durara por los siglos de los siglos. 

Amados hermanos, cuando inquirimos en el libro de Apocalipsis debemos entender que esta profecía en muchas ocasiones no está en un orden numérico.  Un ejemplo de ello son los versos 8 y 9.  Estos presentan un cuadro de la destrucción final del mundo actual como lo conocemos.  Del verso 11 en adelante presentan la imagen del juicio lo cual debe ocurrir antes de la destrucción y los versos restantes muestran la resurrección la cual ocurre 70 días antes. No obstantes los últimos dos capítulos de Apocalipsis terminan presentando un cielo nuevo y una tierra nueva, la santa ciudad, sus bendiciones y la promesa de nuestro Jesús hecha a los apóstoles y confirmada en el verso 7 del capítulo 22  "¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro". ¿Qué podemos decir al respecto?… ¡Ven Señor Jesús, tu iglesia te espera! Amén.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario