miércoles, 12 de febrero de 2014

El Reino Milenial 3era parte


La Resurrección y la Muerte Segunda

Como ya lo hemos explicado anteriormente el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis relata sin un orden de sucesos cronológicos las visiones presentadas aunque descritas con exactitud.  Entre ellas la visión del 5to sello, que se encuentra en el capítulo 6 del verso 9 del libro de apocalipsis “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían”.   Este momento que revela el verso 9  es la apertura de uno de los sellos previo a la venida de Cristo, probando así que el periodo milenial es el tiempo que transcurre desde el triunfo de Cristo sobre la muerte y el hades hasta su regreso, ver (Apocalipsis 6:11).
Y se le dieron vestiduras blancas, (símbolo de la justicia de Cristo), y se le dijo que descansasen todavía un poco de tiempo” este es el tiempo que transcurre para completar la totalidad de los redimidos.  Ahora Juan señala el sello cuando comienza el periodo milenial, (Apocalipsis 20:5).   “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años”, esta es la primera resurrección.  Todos sabemos que la primera resurrección fue la de Cristo, estamos claro que la segunda resurrección es cuando Cristo viene en gloria en la cual todo hijo nacido de mujer resucitará, unos para vida eterna otros para vergüenza y confusión.

El concepto de justificación y sustitución es la mano que se apodera de la gracia de Dios.  Cuando reconocemos que Cristo nos sustituyó en su vivir santo y ocupó nuestro lugar en una muerte de cruz, nos apoderamos por fe de la primera resurrección lo que significa que resucitamos juntamente con él. Ver (Apocalipsis 1:5-6, 9:14, Colosenses 1:18-20). En la percepción de Dios los creyentes en Cristo,  sus hijos, no mueren sino que duermen. Para Dios la muerte eterna, es la separación entre la criatura y  el Creador y este asunto fue solucionado en la muerte de nuestro Señor Jesucristo; ver (Romanos 5:1).  Por tal razón el lapso de tiempo de la primera resurrección y la segunda es la que el vidente Juan le llama milenio.  “Bienaventurado el que tiene parte en la primera resurrección, la segunda muerte no tiene potestad sobre ellos”. (Apocalipsis 20:6)  He aquí que viene con las nubes y todo ojo le vera, aquellos que por desconocimiento o ignorancia, que no se apoderan por fe de la primera resurrección, serán despertados para vergüenza y condenación.

 En el (verso 5 de Apocalipsis 20) establece el tiempo cuando el dragón es atado es equitativo al tiempo que transcurre desde la resurrección de Cristo hasta el día 1,260, cuando concluye la gracia.  Ver (Daniel cap. 12).   “Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se  cumplieron mil años, esta es la primera resurrección”.   “Los otros muertos”, esta expresión va dirigida  al pecador no arrepentido, ellos no se apoderaron a través de la fe del vivir y el morir de Cristo, su representación y sustitución.   Cristo es nuestro sustituto y representante, para ellos esta es la primera resurrección, murieron sin Cristo, sin fe y sin amor. 

(Apocalipsis 20:6) dice: “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con el mil años”  Los bienaventurados y santos son los pecadores arrepentidos que obtuvieron las vestiduras de justicia de Cristo por la sangre del cordero.  Recordemos que el creyente se apodera de la primera resurrección, “la de Cristo” por mano de la fe y  aunque reconocemos que la fe del creyente es una fe sin meritos, se apropia de lo que hizo otro, “esto es Cristo” bajo el mismo concepto de representación y sustitución es decir: Cristo actuando en nuestro lugar, ver (Efesios 2:4-7).   El creyente no muere sencillamente reposa, duerme hasta que Cristo venga en las nubes de los cielos. Ver (Hch 1:11)   Cristo con su muerte en la cruz y su resurrección gloriosa, ató al dragón, liberando al pecador arrepentido de la condenación.  El evangelio prendió al dragón, significa que existe un periodo de tiempo definido en la que el dragón será desatado. “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog al fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena de la mar” (Ap 20:7 y 8. En 2nda de Tesanolicenses 2:8) declara: “y entonces se manifestara aquel inicuo a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida”.

Como podemos ver en la venida de Cristo será destruido Satanás, no mil años después de la venida de Jesucristo.  En el (verso 3 del capítulo 2 de 2nda Tesalonicenses) dice: … "porque no vendrá antes sin que se manifieste la apostasía y se manifieste el hombre de pecado y el hijo de perdición" … en el verso 7 indica cuando será sueltas las ligaduras del dragón “Por que ya esta en acción el misterio de la iniquidad; solo que hay quien al presente lo detiene, hasta que el a su vez sea quitado de en medio”.  Es, en este momento que el tiempo de gracia expira, en el día 1,260. Ver (Daniel capitulo 12).

En (Hechos 1) encontramos que antes de Jesús ascender al cielo, dio a sus discípulos una promesa la cual fue cumplida con el derramamiento del Espíritu Santo; en el libro de J(oel capitulo 2 vs. 23) se presenta  la promesa de la lluvia tardía, “es decir” el segundo pentecostés.  Este derramamiento del Espíritu Santo tiene la encomienda de sellar al remanente de Dios y darte amigo mío la última oportunidad de ser parte de los pecadores arrepentidos que serán sellados y transformados cuando Cristo venga.

La lluvia tardía transcurre en un tiempo de 110 días, ver (Apocalipsis 22:11) cuando el Espíritu Santo concluye su obra en un periodo de 11º días, se acaba el tiempo de amnistía, el tiempo de gracia y la  oportunidad de participar con los redimidos de la vida eterna en el perfecto amor de Dios.    Repasemos nuevamente cuando es desatado Satanás,  el (verso 7 del capítulo 20 de Apocalipsis) revela que al final de este periodo milenial, Satanás será suelto con el propósito de seguir engañando a los pecadores no arrepentidos, aún después de estar sellado para perdición.  Esta es la razón por la cual se muestran los cuatros ángulos de la tierra: Norte, Sur, Este y Oeste es decir, un ángulo mundial, una  reunión mundial,  el verso 8 continua explicando: “Satanás será suelto para engañar a las naciones a fin de reunirlos para la gran batalla”  este era un misterio escondido por 19 siglos y estaba envuelto en una nube, ver Apocalipsis 10.   El  misterio escondido estaba en el librito abierto desde el año 96 en los tiempos del apóstol Juan y  he aquí la clave, “el número de los cuales es como la arena del mar” es decir “es incontable” he aquí lo oculto, hay un solo evento en que los pecadores no arrepentidos serán incontables y esto ocurre en el segundo advenimiento de Cristo.

En este suceso no hay tiempo para censo, la apertura de los sellos seguidos de los toques de las trompetas  y el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios no le permitirán al hombre preocuparse por un censo.  La iglesia es levantada en el día 1,265 de, ver (Daniel 12), este día resucita todo hijo de mujer desde Adán y Eva hasta el retorno de Cristo en nuestros tiempos.  ¡Serán como la arena del mar! Incontable…
Cuando leemos el verso 9 tenemos que interpretarlo según el contexto del verso ocho, este ejército incontable es el que Satanás reúne para subir contra el campamento de los santos de Dios, que ya habitan con Cristo en la ciudad amada.  “Y subieron sobre las anchuras de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió” Ap. 20:9  En el verso 9 declara: “y subieron sobre las anchuras” la expresión revela el ascenso del ejercito incontable hacia la nueva Jerusalén, siendo este un evento mundial y dejándonos guiar  por el contexto del verso 7 y 8  el acontecimiento ocurre al final de los 40 días restantes del día 1,295 + 40 = 1,335 días de Daniel 12.  Esta es la razón por la cual el verso 9 concluye con este decreto.  “Y de Dios descendió fuego del cielo y los consumió”, compara con Ezequiel 38:9-22, 39:6.

Notemos el jaque mate del verso 10 del capítulo 20 de Apocalipsis donde describe la destrucción eterna del pecado, del diablo y cuando es lanzado en el lago de fuego y azufre, sufriendo un tormento que durara por los siglos de los siglos. 

Amados hermanos, cuando inquirimos en el libro de Apocalipsis debemos entender que esta profecía en muchas ocasiones no está en un orden numérico.  Un ejemplo de ello son los versos 8 y 9.  Estos presentan un cuadro de la destrucción final del mundo actual como lo conocemos.  Del verso 11 en adelante presentan la imagen del juicio lo cual debe ocurrir antes de la destrucción y los versos restantes muestran la resurrección la cual ocurre 70 días antes. No obstantes los últimos dos capítulos de Apocalipsis terminan presentando un cielo nuevo y una tierra nueva, la santa ciudad, sus bendiciones y la promesa de nuestro Jesús hecha a los apóstoles y confirmada en el verso 7 del capítulo 22  "¡He aquí vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro". ¿Qué podemos decir al respecto?… ¡Ven Señor Jesús, tu iglesia te espera! Amén.
   

El Reino Milenial 2nda parte

El Ángel con la llave del abismo y la gran cadena

 En el capítulo 12 del libro de Apocalipsis, verso 1 y 2  nos presenta  la visión del alumbramiento, enfoca el pesebre y la persecución del niño Jesús y a su vez los intentos  de matar al Cristo durante su ministerio de 3 años y medio.  Ver  (Mateo 2:16 y 4:1-17)  El propósito de Juan al presentarnos la imagen de (Apocalipsis 12:3-5) es para que los creyentes inciten su mente   y puedan entender el momento en que el “hombre fuerte” es atado.
En el vs 3 dice: “También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenia 7 cabezas y diez cuernos y en su cabeza 7 diademas;” El dragón es Satanás y las 7 cabezas son los últimos siete papas y los diez cuernos se refieren a los 10 reinos o las tribus góticas del cual nació Roma, ver como Ref. La mujer vestida de sol vs. La fémina vestida de púrpura.  Ahora veamos el vs.4 que dice: “Y su cola arrastraba la 3era parte de las estrellas del cielo y las arrojo sobre tierra. Y el dragón se paro frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto naciese”. Este vs indica el momento en que Satanás es echado por tierra junto con sus ángeles. También nos presenta a la mujer, que como ya sabemos es representativo de la iglesia y nos muestra el nacimiento de la iglesia nuevo testamentaria (los doce apóstoles) y como fueron perseguidos por el imperio romano y luego por el poder político, religioso del sistema romano papal. Veamos el vs.5: “Ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono”.

En el vs. 5 Juan nos transporta al momento del nacimiento de Jesús, y luego su resurrección,  a esto se refiere “arrebatado para Dios y su trono”.  Debemos entender que Dios por medio de Juan nos lleva en su relato al pasado, presente y futuro pero sin un orden cronológico, esto tiene un solo propósito: para que los entendidos comprendan. Veamos el vs.6 “La mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustente por mil doscientos sesenta días” Nuevamente Juan nos presenta la iglesia que huyó al desierto, el desierto significa fuera de organismos religiosos sin ataduras y en total dependencia de Dios quien es que sustenta. Compara con (1era de Reyes 17:1-16).  Simboliza también el anonimato, ya que la iglesia no es una estructura arquitectónica, ni un organismo religioso, es el conglomerado de creyentes que solo por la gracia de Dios reconocen a Jesús como su salvador.  Para ser sustentada, ésta es la promesa hecha a los apóstoles antes de Jesús ascender al cielo. (Ver Hechos 1:4).

A través de 2 mil años la iglesia ha sido sustentada por el Espíritu Santo, el cual sustentará hasta el retorno de Cristo.  Analicemos la revelación de (Hechos 1:7-8, Apocalipsis 12:7).  “Después hubo una gran batalla en el cielo, Miguel  y sus ángeles luchaban con el dragón”, antes y después registra el histórico evento, preservado para la eternidad del triunfo y resurrección de Cristo y acenso al cielo y el desahucio judicial de Satanás y sus ángeles, Satanás fue arrojado a este abismo confinado por mil años, pero no prevalecieron ni se hayo ya lugar para ellos en el cielo.  El libre acceso de Satanás concluye cuando Cristo asciende al cielo y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero, este fue arrojado a la tierra, notemos “fue arrojado” revela un pasado, no un futuro.  De acuerdo a la historia el Apocalipsis fue escrito en el año 96 d/c.  Estamos claro que Juan reconocía que el vivir, el morir y la resurrección de Cristo era la gran cadena que desahuciaba al dragón del cielo y lo confinaba con grilletes celestiales a este globo terrestre. 

Es por tal razón que presenta las ataduras y el desahucio en un pasado, ya que había transcurrido 63 años y medio de este evento.  Y oí una gran voz del cielo que decía: “Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, por que ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche” (Apocalipsis 12:10. Ver Job 1:6).  “Vi un ángel descendía del cielo con la llave del abismo” (Apocalipsis 20:1).  La descendencia caída desde Adán hasta Cristo estaba confinada, condenada a muerte, el pecado la había encadenado, la había separado de Dios.  Satanás era el carcelero que los mantenía atado con el pecado.  Desde Adán hasta Cristo “nadie” había podido darle a las exigencias divinas una perfecta obediencia.  El ángel que descendía del cielo era Cristo.  “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa sin esperanza y sin Dios en el mundo”. (Ef. 2:12-17).

Cristo siendo en forma de Dios, “no estimo el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojo de sí mismo, tomando forma de siervo, en carne y sangre”. (Fil. 2:5)  Cristo tomó nuestro lugar, vivió una vida pura y santa y nos sustituyó en la muerte y muerte de cruz.  Ver (Filipenses 2:5, 3:20, Colosenses 1:21).  Aunque esta cadena de (Apocalipsis 20) era una gran cadena solo contaba con "33 eslabones y ½".  El vivir, el morir y la resurrección de Cristo, treinta tres años, periodo transcurrido desde que Cristo asciende al cielo hasta su segunda venida. (Hechos 1:10-11).

  En la literatura hebrea todo periodo de 40 años a 7,000 años se le llamaba milenio, esta interpretación se aplicó hasta el año número 100 años d/c. Ver ref. Diccionario Ilustrado de la Biblia pg.423.  Juan escribe el Apocalipsis en el año 96 d/c.  Todavía en ese tiempo esta aplicación era correcta.  Analicemos nuevamente: “y prendió al dragón”, lo arrestó lo confinó por mil años.  La expresión “lo prendió”, lo ato esta expresada en un pasado.  La expresión no dice: lo confinará o lo atará, en un futuro;  si la expresión de Juan va dirigida a un pasado esta establece que el evento ocurrió cuando Cristo asciende al cielo, como así lo establece en (Apocalipsis 12:5).  De hecho Juan expresa un pasado por que el Apocalipsis fue escrito en el año 96 d/c y las ataduras ocurrieron 63 años antes con el vivir perfecto y el morir de Cristo, sus 33 años½  de vida.  (Apocalipsis 20:3)  “y lo arrojó al abismo”, pasado; no dice y lo arrojará al abismo, futuro.  Notemos el énfasis en un pasado, “y lo encerró”.  Esto es para mentes despiertas,  (Daniel 12:10).  Satanás  era “el hombre fuerte” que confinó al hombre caído a este abismo terrenal y le puso su sello y lo tuvo como posesión hasta la resurrección de Cristo. Comparemos con (2nda Corintios 1:21-22, Efesios 1:13, 4:3).  “Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor  a los que son suyos;  y: Apártese de iniquidad todo aquél que invoca el nombre de Cristo”. (2nda de Timoteo 2:19, Apocalipsis 7:3). Dios nos ha sellado con el Espíritu Santo de la promesa y Satanás no tiene poder sobre su propiedad, porque está atado para hacerlo. ¡El no puede engañar a los que tienen el sello del Dios vivo!                                                                                                                                                 Hermano mío, lo único que te da poder de no ser engañado es depender del sacrificio de Cristo, este no es opcional, ni negociable, no tiene añadiduras, es solo por gracia, no depende de días de adoración, no depende de obras humanas, es solo por Cristo.  De la misma manera que Satanás  fue atado, también será desatado. (Apocalipsis 20:7)  No obstante el Espíritu de Dios viene con la encomienda de sellar el remante de sus hijos(as), este sellamiento dura 110 días y concluye el día 1,260.  ver (Daniel cap. 12), este día es cuando el dragón es desatado.

Repasemos brevemente, el ángel con la llave del abismo y la gran cadena es Cristo, encierra seis mil años de maldad y pecado y los pone sobre su espalda al cumplir obediencia perfecta a la ley. Prende al dragón con su cadena (33 años ½ de vivir perfecto) y lo confina a esta tierra sin tener acceso a la presencia del Padre para acusar a los hijos de Dios. “Y fue lanzado fuera el dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.  Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo por que ha sido lanzado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche.” (Ap. 12:9-10 / Job 1:6).

  Ahora leamos Apocalipsis 20:3  “Y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos los mil años y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo”.   Analicemos en detenimiento el verso 3. Satanás fue arrojado a tierra, Dios puso su sello sobre él; ¿Que significa esto? En la muerte de Jesús se le efectuó juicio y ahora es reo de muerte esperando su sentencia. Cristo le quito el botín (nosotros) fuimos liberados del yugo y por mil años (que están ya transcurriendo)  es encerrado, pero debe ser desatado por un poco de tiempo para que selle a los que son suyos. Ver (Ap. 13:4-9   En el vs 4 de Ap. 20), el apóstol Juan nos traslada al juicio de Dios; “y vi tronos y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y las almas de los decapitados por causa del testimonio de Dios, los que no habían adorado a la bestia y a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus mano; y vivieron y reinaron con Cristo por mil años.” Cuando Juan nos muestra el juicio de Dios nos presenta a la iglesia ya glorificada frente a la presencia del Cordero. Aquí encontramos la razón porque el periodo milenial no ocurre después del levantamiento, sino que está ocurriendo ahora, desde el ascenso de Jesús hasta el presente. Tenemos la obligación de preguntarnos: ¿A quienes Dios le dio la facultad de sentarse a juzgar? En el verso 4 lo indica: las almas de los decapitados, (esto son los mártires, muertos, asesinados por el testimonio de Dios) los que no habían adorado a la bestia y a la imagen y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo por mil años (estos son los creyentes que no siguen doctrinas de hombres ni se hacen de imagen en el cielo y en la tierra, aquellos que siguen a Dios y no a hombres.)  El apóstol Pedro declara en su primera epístola: “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable, vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia” (1era de Pedro 2:9 y 10). Estos son los que reinan con Cristo mil años, comparece con (Apocalipsis 6:9). El apóstol Pedro escribió en presente continuo en los versos 9 y 10, “Mas vosotros sois” no dicen serán, en futuro, después de la glorificación, como se ha divulgado en los templos en la actualidad, “pueblo adquirido por Dios”, ¿Como fuimos adquiridos por Dios? La respuesta es sencilla, sin derramamiento de sangre no hay perdón de pecados; Jesús derramó su sangre, Dios nos compró por medio de Cristo. ¡Aleluya!  Y no queda ahí, hubo un propósito para adquirirnos: “para que anunciéis las virtudes de aquel que nos llamo de las tinieblas a su luz admirable”  ¿Que mas podemos pedir los creyentes, sino que sus hijos  anuncien el reino de su Padre? Estamos reinando y eso significa reinar en la era milenial.  ¿Necesitan más pruebas?  Leamos (Mateo 28: 18 al 20) “Jesús se acerco y les hablo diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.  Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.” Jesús le dio la autoridad a los discípulos, la iglesia naciente, porque su Padre le había otorgado la autoridad y El se la impartió a su iglesia, le dio la potestad y autoridad de predicar, bautizar en el nombre de su reino como embajadores y sus representantes. ¡Si lo explicado anteriormente no es reinar, entonces no se que esperan los creyentes concerniente al Reino de Dios! Pero si aun alberga duda vuestro corazón, veamos el evangelio de (Marcos 16:17) lo que le describe Jesús a sus discípulos y por consiguiente a nosotros: “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echaran fuera demonios; hablaran nuevas lenguas (¿no ocurrió en el día del Pentecostés?) tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanaran.”  Continúo insistiendo, ¿Acaso lo descrito anteriormente,  no es reinar, acaso no es tener potestad y autoridad, no estamos reinando con Cristo ahora?

El Reino Milenial 1era parte

La identidad del Ángel de Jehová y el “hombre fuerte”

Cuando vino a mis oídos por vez primera la doctrina de un milenio, después del levantamiento de la iglesia, no tuve ninguna preocupación, dado que este evento ocurriría después del advenimiento, los fieles en aquel momento ya estarían transformados y morando con Cristo como reyes y sacerdotes. (Apocalipsis 1:6)  ¿De qué preocuparse?  Si en aquel momento somos salvos para siempre.  Pero había una interrogante que daba vuelta en mi mente, no le veía ningún sentido a esta doctrina.  ¿Cuál sería el propósito de Dios traer como una película los recuerdos de los sufrimientos pasados, y revivir en  nuestros corazones el recuerdo de nuestros familiares caídos por el pecado y tener que presenciar su destrucción?   Esto proyecta una imagen diferente a la que proyecta las sagradas escrituras acerca de Dios.

En el eco de la voz del apóstol Juan tenemos una imagen clara del amor de Dios (Juan 3:16).  “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:17-18) añade: “Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar, sino para que el mundo sea salvo por él.  El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”.  Ningún padre terrenal entrega su hijo por un amigo o un hermano, pero Dios muestra la inmensidad de su amor entregado a su hijo unigénito por los pecadores. Ref. (Juan 1:29, 12:47, Pedro 1:18).

A través de la historia del pueblo cristiano vemos que la mayoría hablan de las doctrinas religiosas por tradición humana y no por convicción escritural, vemos como el pueblo cristiano sigue repitiendo como el “papa gallo” las doctrinas presentadas por los líderes religiosos de su congregación sin realizar un estudio serio y responsable de aquella información recibida.  ¿Pero que dice la revelación?  “y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida” (Apocalipsis 22:19).  Tristemente el creer sin el conocimiento de la palabra no salva. La responsabilidad no es con su iglesia, es con aquel que entregó su vida por la humanidad caída.  (Apocalipsis 1:3, 22:7, Lucas 11:28)
 En las santas escrituras los libros de Génesis y Apocalipsis se le llaman principio y fin.  Las enseñanzas de un milenio después del levantamiento de la iglesia, rompen este patrón bíblico al poner las ataduras del dragón al fin del siglo cuando ya la iglesia está en la Canaán celestial morando con el Señor.  Esto es como poner la carreta adelante y los bueyes detrás.  Si Satanás es atado cuando la iglesia es levantada y así lo afirma los que abrazan esta doctrina, tendríamos que entender y aceptar que todavía Satanás tiene libre acceso a la presencia del Padre.  Lo más sabio para corregir diferencias bíblicas es nuevamente escudriñar y profundizar lo que nos dice las escrituras.  Desde el mismo edén encontramos que Satanás tenía libre acceso a este globo terrestre.  Satanás en vivo y a todo color hizo caer a nuestros padres.
Ver Génesis 3:1.  En Génesis 4:6 podemos leer como Caín fue sobrecogido por el pecado al no escuchar la voz de Dios. En (Job 1:6) encontramos un dialogo entre Dios y Satanás.  Este dialogo prueba sin lugar a duda que Satanás tenía libre acceso a la presencia de Dios como a la tierra; si la palabra revela el libre acceso de él, es claro que así también revela el tiempo en que es atado.

En (Apocalipsis 20) se nos presenta el primer detalle que tenemos que analizar y es la encomienda de este ángel que descendía del cielo con las llaves del abismo.  Tenía que cumplir, es decir, prender, apresar al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo o Satanás.  (Apocalipsis 12:3-4) ¿Podría un ángel de menor jerarquía que el Ángel de Dios cumplir con esta encomienda tan grande?  Sinceramente no. Comparar con (Isaías 14:12-17).

Satanás es y sigue siendo el magnate del pecado de este abismo.  Recordemos cómo le dijo a Cristo después de 40 días de ayuno.  “Todo esto te daré si postrado me adorases” (Mateo 4:9).  Este ángel era un opresor aún desde lugares celestiales, al mismo Creador quiso usurparle su trono. Cuando analizamos (Apocalipsis 20:1) se nos presenta un ángel que descendía del cielo con la llave  del abismo en su mano y una gran cadena, es obvio que donde ay una llave por obligación hay una puerta.  Cristo es ese ángel que posee esta llave, la llave de la muerte y del hades. Ver (Apocalipsis 1:18).  Esto dice el santo, el verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra y cierra y ninguno abre (Isaías 22:22).  Estamos claro que solamente Cristo podía cumplir con la encomienda,  solamente el ángel de Dios podía cumplir este edicto divino.  En (Lucas 11:14) dice: “Estando Jesús echando fuera demonios que posesionaron un mudo y aconteció que salió el demonio y el mudo habló, y la gente se maravilló”.  (Mateo 9:32-34)  “pero los fariseos decían: el echa fuera los demonios por el príncipe de los demonios".  "Cristo conociendo sus pensamientos contesta: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado y una casa dividida contra sí misma cae y si Satanás está dividido en contra de sí mismo.  ¿Cómo permanecerá su reino?  Más si por dedo de Dios hecho yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.  Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz esta lo que posee, pero cuando viene otro más fuerte que él y el vence, le quita todas sus armas en que confiaba y reparte su botín”. (Lucas 11:17,20 al 22).

Satanás era el hombre fuerte de este abismo, tenía como botín toda la humanidad caída, su arma de ataque era la ley de Dios que exigía la muerte del pecador (nosotros).  Este virus moral, el pecado, había contaminado toda la descendencia de Adán y Eva, de hecho el pueblo de Israel reconocía que estaba bajo condenación, he ahí el porqué de las ofrendas y los sacrificios.  Triste e ignorantemente todavía hay un remanente rebelde que sigue siendo posesión de Satanás, ya que declaran públicamente que están bajo la ley, es decir: viven bajo condenación. Ver (Romanos 3:10) para ellos la gracia de Dios no existe. Regresando al “hombre fuerte”,  Lucifer tenía encarcelada por un periodo de 4 mil años a toda la humanidad caída, no había uno solo que pudiera romper las ataduras del pecado.  Pero uno más fuerte que el descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena “y se llamara su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. (Isaías 9:6).  ¿Cuán poderoso es este ángel de Dios?  Notemos, Príncipe de paz, Padre eterno, Dios fuerte, admirable.  En lo antes expuesto hemos revelado que el ángel de (Apocalipsis 20) es Cristo y su vez Cristo es el ángel de Dios, analicemos el capítulo 13:2-23 del libro de Jueces.  Aquí se presenta un varón de la tribu de Dan llamado Manoa, y su mujer era estéril, a esta mujer apareció el ángel de Jehová y le dijo: concebirás y darás a luz un hijo y la mujer vino y lo conto a su marido.  Manoa diciendo: un varón de Dios vino a mí cuyo aspecto era como de un ángel de Dios, temible en gran manera.  Notemos la preocupación de Manoa en el versículo 8 entonces oro a Jehová.  La preocupación de Manoa era recibir directrices del ángel de Dios de cómo instruir a su hijo.  Y Dios oyó la voz del Manoa y el ángel se presenta nuevamente y Manoa vino al varón y le dijo: ¿Eres tú aquel varón que hablo a la mujer? Y dijo yo soy.  Manoa recibe instrucciones del ángel, vs. 13.  Notemos la preocupación de Manoa en conocer más del ángel, vs. 17 y pregunta al ángel,  “¿Cuál es tu nombre?”  Observemos como la revelación identifica a este ángel admirable con Cristo vs. 18  “¿Por qué preguntas mi nombre,  que es admirable?” Comparar con (Isaías 9:6)  pero aún hay mas, cuando analizamos los versos 20-23 la palabra muestra que el ángel de Dios y Jehová uno son.

La revelación de Manoa no es un caso aislado en la palabra de Dios, así también se muestra en (Éxodo cap.3)  “Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego a Moisés en medio de la zarza ardiendo y Moisés fue a ver, viendo Jehová que Moisés fue a ver, lo llamo Dios de en medio de la zarza”…  Observemos en detalle los primeros versículos del (capítulo 3 de Exodo), primero el Ángel de Jehová se presenta como una llama de fuego en una zarza que no se consumía, luego es mencionado como el ángel de Jehová y más adelante como Dios, un solo Dios con distintas funciones. Este es un ejemplo de su multiforme sabiduría,  y que lo podemos identificar a través de toda la Biblia, Dios como Padre, el que todo lo creo, Dios como Hijo, aquel que se despojo de su gloria y se hizo un poco menor que los ángeles para redimir a la descendencia caída y Dios como Espíritu Santo, el que redarguye y consuela y sustenta a su iglesia mesiánica por el periodo milenial hasta el retorno de Cristo en gloria. Su función, poner al pecador arrepentido a fijar su vista objetivamente en Cristo.  Aunque la evidencia es extensa, citaremos una cita bíblica más de la antes expuesta. (Jueces 6:11)  “El pueblo de Israel era oprimido por los madianitas y el Ángel de Jehová se le apareció a Gedeón y le dijo: Jehová está contigo y Gedeón respondió: Ah señor mío, si Jehová está con nosotros ¿Por qué nos ha sobrevenido todo esto?”  Esta conversación establece que Gedeón no sabía con quien hablaba, ver vs.14-16 y comparar con los vs. 22-23.  Notemos la expresión de Gedeón; “he visto al ángel de Jehová cara a cara, pero Jehová le dijo: paz a ti, no tengas temor, no morirás”.
Cuando estudiamos los evangelios encontramos a Satanás como ha usado un poder político Romano para traer desolación, angustia y dolor, al pueblo judío y como trato de destruir al niño Jesús.  “Voz fué oída en Ramá, grande lamentación, lloro y gemidos, Raquel que llora a sus hijos y no quiso ser consolada porque perecieron
.” (Mateo 2:18 y Jer. 31:15  El capítulo 2 de Mateo) está unido con lasos celestiales con (Apocalipsis 12:1) cuando nos presenta una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.
   
Sin lugar a dudas esta mujer es la iglesia Mesiánica vestida con la justicia de Cristo, la corona de doce estrellas, la iglesia Mesiánica naciente con los doce apóstoles y Jesús como nuestro rey y señor.  Veamos la unificación de estos 2 capítulos “y estando en cinta, (la iglesia naciente) clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento”, esto versos proyectan una imagen clara del pesebre y los magos de oriente dándole regalos al rey naciente, el niño Jesús. Ref. Estudio “La Mujer vestida de sol vs. La Fémina vestida de púrpura y escarlata”.

Regresemos al “hombre fuerte” que hemos identificado como Satanás;  quien así mismo se hacía llama  el dueño y señor del mundo, ver (Mateo 4);  en la cual está registrado el ultimo dialogo entre  Satanás y Jesús donde en forma sutil trató de engañarlo.  Después del evento de la tentación cuyo propósito era hacer caer a Jesús el esfuerzo fue dirigido a su destrucción, lo cual logro, dado que con el poder Romano y el consentimiento judío, Cristo fue crucificado. No obstante su muerte en el calvario fue la carta ganadora por parte de Dios a favor de la humanidad. Por medio de su muerte los creyentes ganan acceso al Reino y el “hombre fuerte”, “el dragón” fue echado afuera y atado al abismo, la tierra. Ver (Lc. 11:17 al 22 y Ap.20:1-3).